Es sabido, que en las antiguas civilizaciones griegas, egipcias y romanas los masajes ocupaban un puesto importante en el ámbito social. Consideraban el masaje como un momento de reposo y placer en sus grados mas elevados, una técnica terapéutica, Existen manuscritos bien desarrollados que nos hablan de las zonas del cuerpo que conectan con funciones orgánicas internas. El contacto es básico para el bienestar y el equilibrio , el sistema nervioso es estimulado y produce un estado de paz.
Hipócrates atribuía una importancia vital a la vida prenatal, en Grecia había dos medicinas una enfocada al cuerpo y los síntomas y otra mas metafísica, que mas tarde se olvida. Leonardo de Vinci es otro investigador de la vida prenatal, dejándonos escritos sobre “la relación entre la madre y el embrión” relación que condiciona al niño y le da la base para sus comportamientos a lo largo de la vida. Los antiguos sabían que el cuerpo se ponía enfermo a causa de nuestras ideas y pensamientos, que la mente y el cuerpo van unidos afectando el uno al otro. El cuerpo es esculpido minuciosamente con cada rasgo de nuestros pensamientos. En Egipto se han encontrado diferentes documentos donde hay imágenes del faraón siendo tratado por su médico en los pies.
En oriente hace cinco mil años esto estaba reconocido, y la filosofía taoísta ( elite reducida) lo practicaba si una pareja decide tener un hijo llevaban dieta de alimentos no alterados naturales que depuraban los órganos, creaban un esquema – patrón emocional – psicológico positivo. Desde el momento de la concepción hasta el momento del parto se cuidaba el entorno en que la pareja estaba y el trato dado a la mujer en gestación.
En los años sesenta aparecen investigadores que sostienen que esa época de gestación es importante. La reflexología, como la conocemos hoy es bastante reciente. Fue Robert St. John quien se preocupo de investigar las respuestas de sus pacientes a los tratamientos y buscar las causas de los problemas físicos que padecían, Los síntomas respondían a actitudes y comportamientos humanos y corrigiendo estos la enfermedad remitía considerablemente, Robert observo que la reflexología podal se limitaba a recoger los efectos o trastornos de desequilibrios orgánicos.
Mas tarde tras múltiples investigaciones dedujo que había gran relación entre las diferentes partes del cuerpo y su reflejo en la columna vertebral por lo que considero apropiado dar el masaje en esta zona refleja de los pies. Poco a poco el masaje cada vez se fue haciendo mas con menos presión, mas sutil. Esta técnica fue ampliándose considerando la zona refleja de la columna en las manos y el cráneo.
Esta técnica fue denominada metamórfica por Robert St. John pues los efectos que originaba iban más allá de los puramente físicos, llegando a lo mental. Logrando cambios profundos tanto físicos como psíquicos en los paciente.
La zona refleja de los pies se encuentra situada entre los dedos gordos de los pies bajando por su parte interior hasta llegar al talón, en las manos va desde el comienzo del dedo gordo bajando por el lateral hasta la muñeca y en la cabeza desde el nacimiento del pelo hasta la base del cráneo.
La columna esta formada por una zona pre-concepción ( semanas del periodo de gestación), concepción ( momento 0 ), post- concepción (desde el momento 0 a la semana 18 ), periodo de movimiento del feto ( desde la semana 18 a la 22 ), pre-nacimiento ( semana 22 a la 38) nacimiento ( semana 38).
Los pies tienen que ver con el movimiento, las manos con la acción y la cabeza con los pensamientos, cuando masajeamos la zona refleja de la columna estamos liberando la energía que se encuentra bloqueada, dejando salir la información que retenemos desde nuestro nacimiento hasta el momento presente.
Este masaje lo puede dar cualquier persona. Se comienza por el pie derecho continuamos con el pie izquierdo, cambiamos a la mano derecha y luego a la izquierda, por ultimo masajearemos la cabeza. Se hace con movimientos circulares de arriba a bajo de la zona refleja. Nos situamos en el lateral de pies y manos y detrás de la cabeza. Nos lo podemos dar a nosotros mismos o a otra persona y entre familiares. Es recomendable que si trabajamos con nosotros o familiares de vez en cuando sea una persona que no nos conoce el que lo de. Al finalizar debemos lavarnos las manos hasta la altura del codo con agua fresca.
Es recomendable para mujeres embarazadas, se puede dar 40 días antes o 40 después de la fecha de nacimiento, para el estrés, enfermedades congénitas, ….
Nunca dejes de tocarte los pies, es una forma de contactar con tu alma