Entre el entusiasmo más caluroso y una simplicidad que roza el candor, Wim Hof y Justin Rosales forman un tándem maestro – discípulo de lo más vehemente y animoso. Su finalidad: mostrar al mundo que todo es posible a través de traspasar todos los umbrales de resistencia del cuerpo: baños en agua helada, maratones corriendo descalzos sobre la nieve, subir a más de 7.000 metros de altitud con sólo bermudas y zapatillas de deporte… Leyendo semejantes hazañas uno se pregunta si el común de los mortales a los que nos gusta abrigarnos en invierno y ducharnos con agua caliente no seremos unos flojos carentes de voluntad no aptos para acceder al verdadero conocimiento.
Salvando la cuestión central de si realmente la evolución humana va por los derroteros de sobrepasar los límites corporales, sí debiéramos al menos tomar nota del mensaje que se nos transmite: que el hombre occidental ha perdido la conexión con la naturaleza y con su poder interno y que bien haría en tratar de recuperarlos, y que es posible influir sobre el sistema nervioso autónomo a través de la concentración mental, gracias a la fuerza de la voluntad y con algo de entrenamiento.
Un libro de lectura fácil y amena (los autores son hombres de acción directa poco dados a la elaboración de conceptos) que hará las delicias de los aficionados a los deportes de riesgo y que abre una vía al crecimiento personal a través de la superación de desafíos y el contacto con la naturaleza.