Sucede de vez en cuando que nos encontramos con una joya de la literatura advaita, testimonio de una redención súbita, de un despertar espontáneo del sueño de la materia y de la forma, una liberación definitiva de toda identificación y condicionamiento al más puro estilo Nisargadatta Maharaj.
Con escritura tajante y contundente a la par que precisa y rigurosa, “la cosa David”, como se refiere él a sí mismo, embiste con la potencia desenfrenada de un rinoceronte en celo contra todo convencionalismo o doctrina, destrozando por el camino todas las creencias preconcebidas acerca de lo que es o debería ser la espiritualidad y dejando tirados a su paso cadáveres de la talla de Ramesh Balsekar.
Un libro que queda muy fuera y muy lejos de cualquier credo o ideología, una obra cuya temática no está al alcance de cualquiera, pero que deleitará a los iniciados en la no dualidad que sin duda desearán leerlo más de una vez. Un tesoro que nos sorprende continuamente por donde quiera que lo abramos al azar.
Miguel Ángel A. García