Voluntarioso y por momentos interesante ensayo acerca del desarrollo histórico del ego, a mitad de camino entre la antropología y la psicología social. Steve Taylor pretende dar respuesta al origen de todas las patologías que ha sufrido la humanidad en los últimos seis mil años: guerras, patriarcado, estratificación social, materialismo, violencia de género, represión sexual, destrucción medioambiental, desarmonía interna e insatisfacción, la causa de todo ello está en la explosión del ego que sucedió debido a una desertificación de las zonas que habitaban nuestros antepasados. Todo demasiado conveniente, todo demasiado lógico, este tipo de discurso nos deja la sospecha de que siempre que tenemos una hipótesis, de una manera o de otra los datos acabarán encajando en ella.
Por otro lado, el autor propone que en todo este tiempo no ha habido una auténtica evolución del ser humano, sino sólo una redistribución de la conciencia-energía desde la percepción sana del mundo hacia un sentido exacerbado del ego. Pues bien, es precisamente en este momento histórico que estamos viviendo ahora, cuando la humanidad puede trascender la mente caída llegando a una nueva ética de la compasión, de la igualdad y del cuidado medioambiental. La cuestión es, como siempre, si este proceso de evolución, si esta nueva consciencia espiritual emergente, podrá desenvolverse a tiempo de restaurar el equilibrio perdido.